lunes, 11 de agosto de 2008

Técnica de Focusing

La técnica es en realidad una sistematización de los procesos que hacemos desde niños para ensimismarnos con lo que nos ocurre, pero sin caer en la identificación.
Aprendemos a acercarnos y a tomar una sana distancia con nuestros impulsos y sensaciones interiores, emocionales y corporales, y a integrarnos para decidir la mejor acción teniendo presente la totalidad de nuestro ser. Es escucharnos y acompañarnos de una manera total e incondicional.
Dentro de nuestras experiencias en focusing aprendemos a reconocer "partes" de nosotros mismos que han estado negadas o ignoradas durante años, o que nos han estado manipulando en los momentos cruciales de nuestra vida y a entablar una relación sana y personal con ellas.
Así podemos nombrar a estas partes con sus propias palabras y liberarlas de la incomunicación. Aparecen lo que llamamos "el crítico", "el niño", el "ser de la presencia", entre otras.
No está demás decir el profundo alivio corporal que se obtiene al permitir a nuestro cuerpo expresar estas sensaciones, a veces como "algo" indefinido que busca tomar significado, otras veces con una intensidad muy fuerte que se abre a la luz y espera comprensión.
Esas "partes" que se hallaban en la penumbra de la conciencia de nuestras acciones cotidianas y que ahora podemos reconocer integran nuestra personalidad. Del mismo modo aparecen fuerzas curativas, como un inmenso placer orgánico, felicidad, aflojamiento de tensiones o ternura.
La sesión se convierte entonces en un conmovedor agradecimiento a nuestras diversos aspectos vivenciales que contienen una clara orientación hacia lo que es bueno y positivo para la integridad de uno mismo.

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