lunes, 11 de agosto de 2008

Focalización sensorial y emotiva centrada en el cuerpo

El entrenador en focusing ha desarrollado una auténtica capacidad de escucha y acompaña a la persona a presenciar lo que acontece en el ser de ella misma con actitud abierta y receptiva, el estar presente sintiendo al cuerpo inicia una expresión verbal, un diálogo que facilita entrar en contacto profundo con el propio cuerpo, y percibir en el fluir total del vivir las sensaciones más sentidas con respecto a lo que está ocurriendo en su actualidad y su historia.
En el interior del cuerpo se halla una fuente inagotable de recursos para expresar el sentido de la vida respecto al momento presente de la cotidianidad, incluyendo también una significación precisa sobre la posición personal frente a los problemas particulares.
La expresión multifacética, rica y variadísima de imágenes, sensaciones, emociones y pensamientos que retroalimentan el conocerse a sí mismo y que también es motor de nuestras conductas, tiene en sus raíces la tendencia a la espontaneidad, la autenticidad y la integración recíproca. Este, nuestro mundo interior, conserva estas cualidades toda nuestra vida y sus procesos son inherentes a nuestra inteligencia humana.
La disminución en nuestra plenitud ocurre ya de niños cuando a través del lenguaje corporal y verbal compartido en nuestro entorno social, es decir compartido con las personas que nos rodean, comenzamos a desvalorizar, ocultar y negar nuestra motivación para no sufrir amenazas, rechazos, indiferencia o carencia, condicionamos nuestras sensaciones, manipulamos nuestra emoción y entrampamos esos procesos orgánicos y el sentido original de las raíces vivenciales, y nuestro lenguaje debe encubrir, distorsionar o suprimir para poder seguir adelante con nuestras relaciones sociales y sobrevivir ante nuestro miedo a la pérdida del amor, esto es al menos seguir viviendo dentro de algún sentido de valoración y pertenencia social.
Sobreviene entonces un enlentecimiento y opacado del conocimiento que tenemos de nuestros estados anímicos y sensoriales viscerales, y dejamos de consultar nuestras motivaciones basadas en esas sensaciones y sentimientos para especular en el lenguaje simbólico del pensamiento, abstracto y argumentativo. Se desconecta entonces nuestro intelecto del sentido vital y total que es la realidad vivida desde nuestro cuerpo completo.
En los traumas, el dolor intenso de lo vivido se presenta como una barrera infranqueable para integrar nuestras raíces al proceso continuo de autoconocimiento frente a la trabazón de no poder dar sentido al hecho ocurrido, cada intento frustrado de integrarlo vuelve más doloroso el abismo entre lo que funciona de la vida y el espacio que ha quedado confundido en nuestro interior por el hecho inicial en extremo doloroso.
En el caso de las adicciones es la imposibilidad crónica de mejorar, dominar y optimizar nuestros estados de ánimo lo que lleva al recurso de alterarlos por medios externos sin entrar al proceso de integración y cohesión del fluir sensorial-sensual-emotivo.
El origen de la debilidad adictiva surge del desgaste por estrés de los intentos de equilibrio personales dentro de un medio social tóxico y dominado por relaciones sociales manipulativo-coadictivas.
Los procesos naturales de la inteligencia "visceral" humana son capaces de superar las trabas y condicionamientos antihumanos transitorios. Pero no siempre, ni para todos es posible superar sin asistencia las condiciones alienantes sostenidas por una matriz social (más bien de instituciones antisociales) y con una ideología de exigencia, dominación y manipulación naturalizadas.
El focusing devuelve fluidez al proceso dinámico de autoconocimiento a través de la atención en el propio emocionar y vivenciar corporal, con un otro humano que escucha desde el amor o la valoración incondicional, y la persona cambia sus "paradigmas" centrándose en lo auténtico de sí misma.
Poner el foco y acompañar el propio cambio interior nos hacen más integrados, y actualizan la responsabilidad y el poder de todo nuestro ser, mucho más allá del ego, en nuestras vivencias afectivas, familiares, laborales y ciudadanas.

No hay comentarios: